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Inició el 15 de abril cuando el presidente
de Colombia, Iván Duque, presenta un proyecto de reforma tributaria en el cual se
castiga a la clase media en plena tercera ola de la pandemia del coronavirus. Todos
los partidos políticos incluyendo el Centro Democrático cuyo líder es el expresidente
y mentor de Duque, Álvaro Uribe, se manifestaron en contra de la iniciativa, pero
el mandatario insistió.
Los ciudadanos pidieron a través de las
redes sociales al presidente que no implantara la medida porque generaría más
pobreza en el país. Sin embargo, Duque no escuchó, y siguió adelante con la reforma.
A pesar de la crisis sanitaria que vive este país con hospitales colapsados y
un aumento número de casos positivos, la gente decidió salir y arriesgar su
vida al manifestarse.
Los movimientos sociales decidieron llamar
a un paro general en contra de la reforma programado para el miércoles pasado.
Y en el primer día miles de personas salieron a las calles, en Bogotá, Cali,
Medellín, Barranquilla, Bucaramanga y Manizales fueron algunas ciudades donde presentaron las protestas.
A pesar de que las manifestaciones se mantuvieron,
pero daba la sensación de que empezaban a apagarse y que Colombia volvía a la
normalidad, no ocurrió así. El sábado 1 de mayo, se presentaron más
manifestaciones que iniciaron siendo pacíficas, pero al entrar la tarde se
intensificaron con enfrentamientos entre policías y manifestantes, hasta ese
momento dejaban 21 personas muertas.
El domingo anterior, el presidente, Iván
Duque, solicitó al congreso el retiro del proyecto de reforma tributaria, y
también tramitar de manera urgente un nuevo proyecto “fruto de los consensos y
así evitar la incertidumbre financiera”, dijo. Además, agregó que habló con los
diferentes partidos políticos, gremios de producción y sectores de la población
para presentar al congreso un nuevo proyecto con las propuestas que salieron de
esos diálogos.
Sobre la reforma. El primer proyecto presentado y que lleva
por nombre “Ley de Solidaridad Sostenible”, busca recaudar 25 billones de pesos,
unos $6.850. Y plantea una serie de reformas al estatuto tributario para
ampliar la base de contribuyentes, es decir se reduciría el montón mínimo a
partir del cual los ciudadanos deben declarar impuestos ante las autoridades.
Pero el punto más controversial es que
esta iniciativa propone que a partir del 2022 quienes gana más de 2,4 millones
de pesos (663 dólares) deben declarar impuestos de renta, una medida que fue
rechazada por los sindicatos ya que el salario mínimo en el país de $248. Y
para el 2023 se prevé extender la base a aquellos que reciben una cifra de 1,7 millones
de pesos ($470).
Por otra parte, se contempla el cobro
del IVA del 19% a las tarifas de servicios públicos de energía, acueducto y
alcantarillado y gas, para usuarios de los estratos sociales 4,5 y 6, que son
los más altos de la escala.
Violencia policial. En las manifestaciones, la policía salió
a reprimir a los ciudadanos, lo que ha generado hasta el momento 21 muertos,
cientos de heridos y más de 900 denuncias de abuso policial. Además de los
videos de muchos en los que se evidencia el uso excesivo de fuerza por parte de
los policías.
El ministerio de defensa por su parte apenas
reconoció un civil fallecido, 209 policías heridos y uno muerto y 203 detenciones.
Y el ministro, Diego Molano, argumentó que los disturbios los produjeron “organizaciones
criminales”. Por su parte los colombianos solicitaron en redes sociales la
urgente ayuda de organizaciones de derechos humanos internacionales para que pidan
al presidente Duque el cese de la violencia.
El portavoz del Alto Comisionado para
los Derechos Humanos de la ONU, Marta Hurtado, envió un llamado de alerta desde
Ginebra, Suiza, en el solicitó calma para las manifestaciones de este cinco de
mayo, “Estamos profundamente alarmados por los acontecimientos ocurridos en la
ciudad de Cali en Colombia, cuando la policía abrió fuego contra los
manifestantes que protestaban contra la reforma tributaria, matando e hiriendo
a varias personas, según la información recibida”, dijo Hurtado.
Las manifestaciones continúan. Este cinco de mayo se llevó a cabo de
nuevo un paro nacional, cumpliendo con cinco días de manifestaciones. Y ahora se
enfocan el mostrar el descontento por la violencia que se generó desde el 28 de
abril y las críticas al gobierno actual. Esto pese al retiro de la reforma
tributaria, la renuncia del ministro, Alberto Carrasquilla y el mensaje del
presidente Duque, los voceros se mantienen en que aún falta mucho por
concretar.
Los representantes del Paro Nacional, aseguraron que están dispuestos a un diálogo verdadero, no como en el 2019 cuando no se concretó nada y algunas de las exigencias que piden son: garantías constitucionales a la movilización y las protestas, Desmilitarización de las ciudades, cese de masacres y castigo a los responsables, Fortalecimiento de una masiva vacunación y Matrícula cero y no a la alternancia educativa, entre otras.