Las
cifras relacionadas a trastornos mentales son preocupantes, por ejemplo, cerca
de 1.000 personas viven con un trastorno mental, tres millones de personas
mueren cada año por el consumo nocivo de alcohol, cada 40 segundos una persona
se suicida en el mundo y a esto se le suma la forma en que la población se ha
visto afectada por la actual pandemia Covid19, ya que también afectó los servicios
de salud mental por varias razones, entre ellas: la infección o riesgo de
infección en centros de atención de larga duración como instituciones
psiquiátricas, obstáculos para reunirse con las personas cara a cara, el hecho
de que los funcionarios están infectados por el virus y el cierre de los centros de salud mental
para utilizarlos para la atención del virus.
Hace 30
años que la Federación Mundial de Salud Mental, declaró el primer Día Mundial
de la Salud Mental, según su directora, Ingrid Daniels, por lo que junto a la Organización
Mundial de la Salud (OMS) y United for Global Mental Health solicitaron un
aumento significativo en la inversión en salud mental y desde setiembre del año
en curso llevan a cabo la campaña “Acción a favor de la salud mental:
invirtamos en ella”.
“Durante
ese tiempo, hemos visto una creciente apertura para hablar de la salud mental
en muchos países del mundo. Sin embargo, ahora debemos convertir las palabras
en acciones. Necesitamos ver que se hacen esfuerzos concertados para construir
sistemas de salud mental que sean apropiados y relevantes para el mundo de hoy
y de mañana”, dijo Daniels.
Este
llamado se hace ya que los países gastan solamente 2% de sus presupuestos sanitarios
en dar atención relacionada a la salud mental, esto a pesar de los aumentos en
los últimos años,
la asistencia internacional para el desarrollo en materia de salud mental nunca
ha superado el 1% de toda la asistencia para el desarrollo en el ámbito de la
salud. Esto ocurre a pesar de que por cada US$ 1 invertido en la ampliación del
tratamiento de trastornos mentales comunes, como la depresión y la ansiedad, se
obtiene un rendimiento de US$ 5 en cuanto a la mejora de la salud y la
productividad.
Por
otra parte, son pocas las personas que tienen acceso a un servicio de salud mental
de calidad, y es sobre todo en los países de ingresos bajos y medios en los que
75% de la población que presenta trastornos mentales, neurológicos o por
consumo de sustancias no reciben algún tratamiento para su afección.
Es
importante resaltar, las acciones que se pueden tomar y trabajar a favor de la
vida, a nivel individual es necesario tomar medidas concretas a favor de
nuestra salud mental, apoyar a amigos, compañeros de trabajo o familiares que
se ven afectados por algún trastorno y por otra parte, los empleadores adoptar
medidas para establecer programas de bienestar para los empleados.
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